Puerto y Paseo Nuevo
El Paseo Nuevo bordea el imponente Monte Urgull desde el pintoresco Puerto de Donostia hasta la calle Salamanca, ofreciendo uno de los recorridos más emblemáticos de la ciudad.
Mirador del Cantábrico y testigo de la Historia
Entre el mar y la ciudad, el Paseo Nuevo y el puerto de Donostia ofrecen un recorrido único donde la fuerza del Cantábrico, la historia marinera y la belleza paisajística se encuentran en perfecta armonía. Su trazado, que abraza la costa con una elegancia serena, fue inaugurado en 1916 como parte de un ambicioso proyecto urbano para abrir la ciudad al mar. A lo largo de su historia, ha recibido varios nombres —muchos de ellos asociados a figuras históricas o contextos políticos del momento— hasta que en 1979 se oficializó el nombre con el que ya era conocido y querido por los donostiarras: Paseo Nuevo.

El espectáculo del mar
Uno de los mayores atractivos del Paseo Nuevo es la fuerza del mar, especialmente en los días de temporal. Las olas, a menudo gigantescas, rompen con estruendo contra las defensas del paseo, creando un espectáculo natural de espuma y energía que cautiva tanto a locales como a visitantes. Dos de los puntos más conocidos por esta espectacularidad son las inmediaciones de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, desde donde muchos han captado imágenes icónicas del oleaje, y la esquina que marca la entrada hacia la plaza Zuloaga y la calle San Juan, donde el mar parece alzarse para saludar a la ciudad.
Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, la mirada de Donostia
En el antiguo mirador del Paseo Nuevo se encuentra hoy la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, fundada en 1948. Desde este punto privilegiado frente al mar, la entidad impulsa la cultura visual en Donostia con exposiciones, talleres y una intensa actividad fotográfica.